

Por: Carlos Arturo Gamboa B.
Docente Universidad del Tolima
Al territorio de mis sueños ingresó un anciano de sombrero
raído.
Me dijo que el vocablo Paz
-como ese sueño-, era indispensable.
Luego me invitó a tener prudencia
Porque la palabra Paz,
dijo, está construida
Sobre un cementerio de palabras.
Si miras detenidamente, debajo de su altivez,
Encontrarás el despojo de otros sueños, en otros tiempos.
Apenas quedan restos de la palabra Justicia,
Traspasada por una bayoneta en aquella época
De jinetes iracundos invadiendo las montañas.
La palabra Equidad
fue devorada en un festín de avaros
Hace ya muchos siglos. Cuentan que llevaban una bandera
Con muchas estrellas en sus chaquetas de guerra.
La palabra Humanidad
fue declarada muerta en el siglo XX,
El mismo día cuando sobre Hiroshima llovía fuego
Y en nuestros campos florecía el primer plantío de
cadáveres.
La palabra Solidaridad
fue hurtada la noche del incendio
Y nadie la ha vuelto a ver. Los que vestían de rojo dicen
Que fue asesinada por los que vestían de azul, y viceversa.
Algunos aseguran que la palabra Solidaridad es un espanto
Y de noche gime con la nostalgia del destierro.
La palabra Grito
enmudeció y fue enterrada viva.
La palabra Democracia
nunca existió, sólo es un mito
Creado por los soñadores. No hay vestigios en estas tierras
De una presencia real de su concepto. Quizás sea un alma en
pena.
La palabra Nosotros
fue descuartizada. Sus pedazos fueron esparcidos
Por los buitres de la desolación, en varias plazas públicas,
Para escarmiento de las generaciones egoístas que luego
poblaron las ciudades.
La palabra Amor
fue hurtada de los diccionarios populares
Y se trasladó a un púlpito desde donde predica otras formas
de venganza.
Fue despojada de su vestido y acicalada como las rameras de
Occidente.
Ahora sólo pueden verla quienes tengan la ofrenda para
asistir a su espectáculo
O la sumisión para aceptar una guillotina sobre sus cabezas.
La palabra Libertad murió
en presidio, después de una larga agonía.
Dicen que antes de expirar lanzó al cielo un grito profundo
con su nombre.
Si agudizas el oído, en las noches escucharás su eco
retumbando las cordilleras.
Como aquellos son muchos más los vocablos enterrados,
Por eso la palabra
Paz está erguida
Sobre un cementerio de palabras.
El viejo me dijo, antes de continuar su camino por el
sendero agreste de los sueños,
Que sólo cuando a la palabra Paz le sea permitido germinar en otras palabras,
Podremos hacer una fiesta de resurrección y empezar de
nuevo.
EL ÚLTIMO HOMBRE
20 Apr 2020 8:45 AM (5 years ago)

Autor: Carlos Arturo Gamboa B.
Libro: Sueño imperfecto
Editorial: Universidad del Tolima
Año: 2009
Para Marco T. Taborda.
Constructor de utopías.
El
hombre sentado frente a su ordenador había perdido la noción del tiempo, fue
por eso que se inquietó cuando levantó la vista y observó que dentro de cinco
minutos serían la ocho de la noche. Se sintió cansado y por un momento pensó en
aplazar el trabajo para el día siguiente, pero luego se dio cuenta que aquella
labor debía llegar a su fin. Volvió a observar el archivo que contenía los
esfuerzos de muchas lunas y muchos hombres, sonrió y dictaminó su contenido.
Herramientas.
Ortografía. Click. El
ordenador empezó a revisar por vigésima vez aquel manuscrito. Repasó algunas
palabras técnicas sobre las cuales nada sugirió. Subrayó en rojo algunos
nombres propios, pero sólo bastaba acomodar dos o tres comas. Revisión terminada. La desconfianza de
los años y el oficio le obligó a repasar de manera manual el escrito. Pudo
detenerse en cada sustantivo letal, en cada pronombre, en cada verbo que le
imprimía movimiento al discurso. Pudo ver la cara de los seres que construyeron
aquella obra memorística de años. Los vio de nuevo discutiendo sobre la
perplejidad y el asombro, sobre los miedos y las metas, sobre la indiferencia y
el combate de los juicios. Escuchó de nuevo las pesadas letanías de los
contradictores y la defensa argumentada de los comprometidos. Conjeturó un buen
balance de esos días.
Archivo.
Imprimir. Click. Las hojas se
deslizaron lentamente dándole pasó a la acupuntura de los fonemas. Las recogió
con regocijo como un pintor frente a su obra maestra. Las acomodó una tras otra
sobre una carpeta brillante, predispuesta para el oficio. Antes de cerrar el
trabajo pudo observar aquel título imaginado en otras épocas: Proyecto de vida. Recordó los primeros
bocetos de aquel sueño colectivo y una risa de nostalgia cerró el ciclo de su
cara.
Inicio.
Apagar sistema. Enter. La luz se escondió tras la
pantalla y la magia de una penumbra reconfortante invadió su oficina. Salió y
el golpe de la puerta tras su espalda rompió el silencio de la noche. Todo
estaba vacío a su alrededor. Quiso buscar un antiguo compañero para enseñarle
el resultado de tantas luchas, pero recordó la soledad de esos últimos días.
Estaba demasiado solo para continuar. Era el último
hombre, el destinado a claudicar las esperanzas de los que ya no estaban.

Autor: Carlos Arturo Gamboa Bobadilla
Libro: 5 arpegios en clave de-sol-ación
Fragmento: Moriremos en abril (pp: 35-39)
Editorial: Universidad del Tolima
Año: 2015
MORIREMOS EN ABRIL
I
En la
oscuridad lo transparente es invisible
como el
cristal acuoso de los santos,
pero no
debe el icono engañar
porque su
esencia no es virtud.
Desde que
el tiempo se consolidó en materia dolorosa
fuimos
presos contra la gran roca
para que
los buitres disfrutaran la carroña.
Sin
entender la causa sufrimos el efecto.
¿Quién
habla desde la penumbra de su mutismo?
¿El alma?
¿El ciego rumor de los días?
Dejaste el
cuerpo sobre los escombros y ni el olvido pudo recordar.
Los oídos
fueron atrapados por un cordel de rumores
que emanaba
gracias al trabajo forzoso de los microchips.
El abdomen
se contrajo de inaniciones y llegó el miedo
del reflejo
en el espejo de los sueños...
Había
empezado a clonar emociones
II
Ahora ya
eres tú. Bastante simple de entender.
Gracias por
el dolor
alabada sea
la blasfemia de tus ojos puritanos
¿A quién
pretendes engañar?
Sin tus
manos aptas para la destrucción
estarás en
desventaja cuando la muerte se disfrace de alegría.
En las
aguas claras del oráculo
verás tu
sufrimiento vuelto pretérito
III
Sísifo
levantó su roca disponiéndose a sufrir.
Gregorio
Samsa lo sabía y Maqroll nunca lo ignoró.
Marionetas
del eje universal...
Ellos que
eran uno sólo decidieron huir
¿A las
montañas repletas de estruendos y arcabuces?
¿A la
llanura enlodada de vísceras ancestrales?
No hay
lugar dijo la voz:
El mundo
está repleto de sonidos,
tus oídos
aún captan el murmullo.
¿Por qué
Samsa, el Escarabajo, no usó sus alas?
IV
En la
ciudad un hombre puede vivir de enlatados.
Devorar la
poca hierba que se cosecha en los supermercados.
Beber el
vino de los desterrados, emancipar su magia
y
disfrazarse de buen ciudadano.
Pero Kant
tenía razón...
Sin más que
dos cruces y un buen verbo se puede subsistir de las patrañas,
somos seres
predispuestos al engaño.
Tenían la
misión programada para el caos.
Sus manos
debían destruir, sus bocas lanzar el fuego eterno del castigo.
Eran sus
destinos.
V
Para los
videntes la noche fue un juego de niños.
Macabra
pirueta de aprendices.
Le dieron
nombre al amor y al desprestigio.
Cavaron
túneles para viajar más rápido.
Inyectaron
el veneno amarillento del perdón para tener una disculpa,
con ella
vino la auto-conmiseración.
Se
perdieron en los senderos de la búsqueda y ahora
todos vagan
en su sempiterna noche de lamentos.
¡Déjame
tocarte de nuevo!
Quiero
sentir tu roce prohibido.
Quiero
beber el agua claroscura de los ritos.
¡Déjame
tocarte de nuevo!
Saber si
existe la tierra caminada.
Saber en
dónde está el camino porque mis
pies no
reproducen huellas.
VI
Se debe
tener sexo para hacer feliz el paso de los días.
Una esposa
regordeta de mirada huérfana
que se
encargue de reproducir nuestras eyaculaciones,
un niño
cari mugriento y barrigón,
una taza de
café en las mañanas.
Un obeso
hombrecillo que nos mire amenazante
con un ojo
en nuestro rostro y el otro en su reloj.
Un cheque
mensual para recordar que aún somos parte de algo.
Tres
cervezas semanales con los cansados amigos.
Viajar y
eyacular de vez en cuando es el mejor remedio
para
renovar las cicatrices de tu cara
¡No pidas
más idiota! Te mereces lo que tienes...
VII
Yo que era
tú, fui el primero en comprender
lo absurdo
de protestar en voz alta.
¿Por qué
tú, que fuiste yo, no lo entendiste y prolongaste
tu lamento hasta
que hizo mella en el cerebro?
Estabas
extraviado, dijo un amigo, por eso fue que
no llamaste
a tu madre y ella murió de soledad.
Olvidaste
comprar la comida para tu mascota
y se fugó
con el perro mayor del vecindario.
Gastaste
tus últimas monedas en cigarros
y el
regreso a casa fue penoso.
No
compraste la lotería y esa noche
la ruleta
echó tu número.
Perdiste la
cuenta de los días y tu esposa
poco paciente, necesitaba sexo
¡No pidas
más idiota! Tienes lo que mereces...
VIII
Sin embargo,
tu cuarto no es refugio. Vendrán por ti
y luego por
mí, o viceversa. Morir antes o después da lo mismo,
sobre todo
cuando la vida es una fotocopia sin autenticar.
Los vi
discutir, llorar, echarse culpas, maldecir de
su pasado.
Estaban dispuestos al rencor.
Demasiados
adultos para empezar de nuevo,
demasiados
usados para vender sus cuerpos.
Los vi
resignarse contra un sofá vencido por los años.
Los vi
sumergirse en la bañera mientras la radio repetía
una melodía
olvidada de Sinatra.
IX
El hedor a
muerte se escapó por las ventanas
hiriendo el
aroma del jardín.
Se pobló la
calle de ojos y de piernas.
El sol del
mediodía castigaba.
Desde los
nuevos campos de concentración
la noticia
se hizo crónica, la crónica se convirtió
en
reportaje y el reportaje en plusvalía.
Los vi
sumergirse en la bañera discutiendo con
el espejo
de los años mientras el televisor trasmitía
su juego
predilecto. Luego se hizo de noche
y un
voyerista odia las persianas.
X
El agua
está demasiado fría
Le tengo
miedo a las burbujas de oxígeno
porque
parecen balas submarinas.
¿Por qué no
dices nada? ¿También tu miedo
ha
derribado las murallas?
Mira, yo no
puedo regresar a las calles
porque
detesto jugar a ser yo mismo
¿Cargaste
el arma? Al menos eso podrás hacer bien.
Bueno llegó
la hora. Ya lo había predicho la gitana:
¡Moriríamos en abril!
ENSEÑANZAS
12 May 2019 4:43 AM (6 years ago)

Me enseñaste que parir no te hace madre,
Debes sacar a tus hijos del fuego,
Encenderles la luz en las altas madrugadas
Y darles una maleta repleta de señales
Para cuando emprendan el viaje.
Luego ellos se irán
Y si se acuerdan de ti, enviarán cartas.
Quizás un día tengan tiempo
Y vuelvan a tu puerta
Con un ramo de rosas rojas.
Quizás no tengan tiempo
Y solo las envíen a tu cementerio.
Me enseñaste que ser madre
Es el mayor acto de amor sobre la tierra.
Para: María Rebeca Bobadilla, la de las enseñanzas
EL BALCÓN
3 Aug 2016 8:50 AM (9 years ago)

Desde el balcón vemos pasar
La noche drogándose de calle,
Al atracador de poemas
Que busca monedas en los bolsillos
Del trasnochado transeúnte.
Advertimos la esquina y sus colillas
Heridas por el recuerdo de otros tiempos.
Desde el balcón es fácil percatarse
De la soledad de los cuerpos y
De la incertidumbre del abrazo.
¿Caer en el vacío de un beso
Es cuestión de azar o impulso del destino?
Los labios se aproximan justo en el momento
En que la flecha cae en el reloj del tiempo.
Da lo mismo estar o ser la fugaz palabra,
Todo basta con perderse en la profundidad de uno ojos.
El balcón y el destino
Están ahí,
La caricia es el libre albedrio
Que desata las posibilidades.
-
ESTERTOR
16 Jul 2016 7:33 AM (9 years ago)

Recoge tus harapos
Amontona en un solo sitio
Los flecos del ayer,
Las armonías desgastadas.
Dale forma a los despojos,
Reconstruye las esquirlas de tu voz.
La existencia es sumatoria de momentos:
Cataloga los afectos
Y réstale angustia a lo innecesario.
Preséntate frente a cada amanecer
Con la desnudez propicia de los niños,
Ahórrate equipaje.
Cuando te vayas solo quedará el aroma
De tus pasos en la esquina,
Luego serás una pequeña sombra.
Procura ser un buen recuerdo,
Todo lo demás se desvanece
En los altares del ayer.
IMAGEN
19 Apr 2016 9:00 AM (9 years ago)

Aún me estremezco al recordar su piel.
Sobre la noche su manta
Sobre la manta el silencio.
Su cuerpo y una flor
En cuatro metros cuadrados de soledad.
Flota en el aire una certeza:
El tiempo no tolera sanaciones.
Aunque ella ya me olvidó en otra alcoba
Aún me estremezco al recordar su piel.

Nuestro amor nació en los parques
Al ritmo de la hojas caídas,
Acompañado del murmullo de las bancas.
Se fue alimentando de suspiros,
De la savia amarilla de las tardes
Y el sopor frío de las madrugadas.
Nuestro amor adquirió la forma
De las lentas despedidas,
Y los saborizados besos a mentol.
Se aferró a las pantallas en los cinemas,
Al agridulce sabor de palomitas
Y gaseosas importadas.
Nuestro amor recorrió las calles
Sin prestar atención a la muchedumbre
Y sus afanes,
Evadió las pancartas y los anuncios
Y se refugió en bares y moteles
A esperar la calma de los festivos.
Nuestro amor desayunaba cortometrajes,
Almorzaba cine-arte
Y cenaba con vino tibio azucarado.
Se fue robusteciendo hasta que ya no cupo
En la estrecha habitación
Llena de libros.
Un día nuestro amor se mudó a un edificio,
Cambió las cortinas,
Colgó una hamaca repleta de atardeceres,
Ordenó la biblioteca de los sueños
Y clavó una puntilla para guarnecer nuestra guitarra.
Limpió los rincones,
Adornó las paredes con recuerdos ambidiestros,
Hizo la cama y la deshizo tantas veces
Que es imposible calcular las contorsiones.
Nuestro amor, hecho de ciudad,
Le debe su constancia a esos lugares
Y reclama a grito seco
Más parques, más moteles, más bares, más calles silenciosas:
Será la única manera de evitar
Que el amor envejezca y muera.
DOSIS DE OLVIDO
31 Aug 2015 2:01 PM (10 years ago)

---
¿Recuerdas el cuarto?
En la esquina una lámpara se
adormecía,
Hoy solo el polvo acompaña la mirada.
¿Recuerdas cuando a la puerta tocó el
invierno?
Las mantas para el frío
Hoy están derruidas de costumbre.
¿Recuerdas el reflejo de tus ojos?
Quizás no, eran los míos sus espejos
En donde curaba mis lamentaciones.
Tal vez has olvidado
Esa será tu cálida fortuna.
Mi condena es cerrar los ojos cada
noche
Y dibujar mi pasado con tal precisión
Que aun siento la tibieza de tus
caricias.
¿Recuerdas el jardín que
frecuentabas?
He sembrado algunas flores del olvido
Ya empiezan a crecer.
Desde la primera vez que tu rostro
Se cruzó en el confín de la mirada,
Presentí que debería olvidarte.
¿Lo recuerdas?
LA ESCALERA
24 Jun 2015 9:47 AM (10 years ago)

No todas las escaleras
Conducen al cielo,
Algunas son el mismo paraíso.
Cada peldaño construye una historia
Abonada de recuerdos.
Las pisadas marcan lo vivido
Y nadie puede descifrar el encanto
De los transeúntes.
El frío de la madrugada obliga a los cuerpos.
El roce de los labios alivia los deseos.
No necesitas cambiar de mundo
Para descubrir la maravilla de lo simple.
La escalera no va a un lugar definido
Asciende o desciende. Se estanca o crea.
Por sus escalones han rodado ángeles sin alas
Y vomitado los dragones del olvido.
Algunos suben por ella
Desde la cotidianidad hasta la noche
Para robarse los frutos de los amaneceres.
Otros se mecen en sus rincones
Esperando la brizna que seduce
Desde lo oculto.
Una escalera me es suficiente
Para ascender a ti,
Así mañana madrugue a rodar por ella.

De altivez desnuda era
Su fragante deseo de emancipación,
Hombre de cumbres se negaba
Al indigno signo de la vanidad.
Por eso habría de morir de pie
Como agonizan los viejos ocobos florecidos
Con la mirada fija al firmamento
Sin el miedo que acobarda al vencedor.

Cuando regreses
No olvides los recuerdos
Que duermen acurrucados en tu mirada
Desde el lento sopor de aquel amanecer.
Empaca, entre tus cosas, las despedidas,
Siempre son necesarias para el viaje.
Guarda en el bolsillo de tu chaqueta
El leve roce a media noche,
La caricia sutil de las palabras
Y el beso en la mejilla.
Llévate un pedazo de esa sonrisa
Disimulada tras los espejos
Y el parpadeo fugaz de los deseos.
Guarda bien las evocaciones,
Valen para sobrevivir en esos días
Cuando el mundo se desgaja lentamente
Y la fiebre de vivir frunce tu sueño.
Cuando regreses
No olvides los recuerdos del placentero viaje;
En una esquina, la más oculta de ellos,
Duermo soñando tu regreso.
LUNÁTICA
24 Apr 2015 11:34 AM (10 years ago)

Se regodeó
en sus curvas
Antes de que
la noche estacionara el reloj
En el centro
de las horas.
Él estaba
allí, como un planeta extraviado
En la
inmensidad voraz del universo,
Gastando
palpitaciones en destellos,
Acercándose
sin saberse botín a la distancia.
Ella
parpadeó en medio de las nubes
Y dispuso
sus sábanas para un festín.
De lejos
apenas observábamos.
Una y otra
vez ella irradiaba
Y esos
destellos eran la envidia del infinito
Y sus
alrededores.
Él se
apagaba consumido en sus deseos.
La noche fue
incinerada tras un beso
Él, se
apagó.
Ella
deambula, luna por el cosmos,
Buscando a
otros cuerpos para alimentar su fuego.
POEMA PERDIDO
17 Dec 2014 1:00 PM (10 years ago)

Un par de caracoles blancos
Anidaron en tu pecho
Desde donde la rosa roja
Se desgajaba en silencio.
Tu cuerpo, alto muro
Por donde se cuela la lluvia
Aletea en medio de la noche
Calurosa y profunda.
De lejos sigo siendo
El desesperado,
Ausente entre las sombras.
Y tú, silenciosa abeja
Alumbras por instantes mi penumbra.
Caracoles,
Rosas,
Lluvia,
Noche,
Abeja…
Todo hace parte de un inventario
Olvidado, en las tierras de la ausencia.
ESTANCIAS I
25 Oct 2013 11:26 AM (12 years ago)

I
Copular con la noche
Extremo de placer.
Aunando universos paralelos,
Pieles cósmicas, bustos planetarios.
Llegar al límite
Donde la razón colinda
En mágica locura.
Éxtasis tras éxtasis
Derrochando líquido inmortal,
Luego hacia el abismo
Dejar caer los ojos
Y contemplar meciéndose
La nada entre la nada.
(Del poemario: La rendija de los tiempos. Grafilasser impresores. Ibagué. 1997)
VOLVIÓ A LLOVER
15 Oct 2013 12:18 PM (12 years ago)

-
Volvió a llover después de 100 veranos
Y el vapor de la tierra ardiente emite una sinfonía
De pájaros sedientos.
Desde la ventana observo
El aleteo de las gotas en su vértigo
Y apenas logro disimular el llanto
De tus besos bajo mis sábanas.
Con el verano tu piel se hizo de piedra
Y la ciudad perdió el aroma de tus pasos.
Agoté mis desgastados minutos
Persiguiendo la imagen fantasmagórica en las vitrinas
En donde yacía el último esplendor de tu mirada.
Volvió a llover sobre los andenes de la usencia
Y temo que la acuosidad hecha de espantos
Borre la ulterior huella de tus pasos.
LA CALLE
26 Sep 2013 10:44 AM (12 years ago)

In
memoria
de María del Pilar Gamboa muerta en un accidente de tránsito el mismo día que
escribí este poema.
La
calle, la multitud
El
estupor, la sorpresa
Nada
se puede hilar en el momento
La
calle, la multitud
Su
cadáver expuesto al sol
Nadie
ha vencido el tiempo
La
calle, la multitud
El
aletazo certero de la ausencia
Ningún
rostro yuxtapone las angustias
La
calle, la multitud
La
sangre derramada se reseca
Se
pierde el sentido de la lucha
La
calle, la multitud
El
instrumento de la muerte
Marcando
el final de su sendero
La
calle, la multitud
Y yo tan solo contemplando tu cadáver
Como
una hoja trasgredida por el viento
La
calle seguirá en su deterioro
La
multitud ya no estará mañana
Solo
tu ausencia se anida
Como
una burbuja en mi garganta
Septiembre 26/2007
LAMENTO NOCTURNO
24 Sep 2013 6:13 AM (12 years ago)

¿Le has preguntado al viento
El color de mis augurios?
En las noches, cuando el párpado declina,
Y la confusión extiende su enorme sábana
Sobre mi piel ausente de caricias,
De la profundidad ósea regurgita un lamento
Que trae las tonadas del misterio
Contrayendo mis palabras.
Y tu rostro tranquilo contra la almohada
Se refugia al compás de los duendes de la música,
Y quizás tus alados pies cual mariposas
Revoletean en los espirales de la dicha.
Pero a tu costado izquierdo, junto a tu cama,
Un cuerpo se descompone al vaivén de los segundos
Mientras el mundo pedalea a toda prisa
Para ascender al montículo de sus escombros.
¿Cómo puede alguien dormir pausadamente
Mientras la muerte recoge su cosecha?
Cuesta demasiado aceptar
Que somos la ración en medio de la hambruna.
Mi cuerpo será alimento de tu soledad, luego desecho.
QUÉDATE ENCIMA
10 Sep 2013 5:29 AM (12 years ago)

Quédate encima
El instante perfecto para recomponer el mundo,
El segundo vital
Para dejar de mirar al cielo
En busca de lo escindido en lo terrestre.
Quédate perpendicular a mi deseo
Como esa hoja que cae del árbol
Presintiendo en el suelo la huella del éxtasis.
Déjame atrapar en las manos
El follaje de tu saliva
Que recorre hacia el sur
El sendero donde antes
Pastearon los antiguos dioses.
Quédate un instante para poder entender
El lenguaje de la eternidad
Y descargar en tu cintura
La pesada carga
De existir en un tiempo
Vaciado de caricias.

No creo en los hombres que quieren cambiar el mundo
Pero no alteran un ápice su cotidianidad.
No creo en quien grita justicia
Pero oprime a sus inferiores.
No creo en los hombres que sufren cuando sienten hambre
Pero le son indiferentes las hambrunas de los demás.
No creo en el hombre que se entristece con la pobreza
Pero sus lujos imitan el estupor de los avaros.
No creo en los ecologistas que quieren salvar la tierra
Y suben una cumbre y creen que eso es suficiente.
No creo en los vegetarianos que no comen carne
Pero su cuerpo está repleto de insolidaridad con los
humanos.
No creo en los hombres libertarios
Cuya libertad se construye en la opresión a los demás.
No creo en los enemigos del poder
Que tranzan por debajo de la mesa sus migajas.
No creo en los discursos de igualdad
Que oculta las palabras lisonjeras del tirano.
Creo en las tres damas
La libertad, la solidaridad y la justicia
Aunque cada vez veo más hombres
Dispuestos a ignorarlas.
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Por: Carlos Arturo Gamboa B.
Tiempo
después volvieron
Y
el sonido de los cascos
Se
ocultaba en sus fauces de acero.
Los
Pijaos eran el rumor de una leyenda
Y
en donde se levantaban casuchas de hierba
Encontraron
vestigios de una historia.
Volvieron
por el sueño del Dorado
Que
sus antiguos ancestros ambicionaron,
Sólo
que entonces no tenían
Brújulas
conectadas con el cielo.
Volvieron
con nuevos espejos
Cachivaches
del mercado de las ignominias humanas,
Con
el sello de la miseria de los pueblos.
Quisieron
cambiarnos las entrañas de la tierra
Por
mentiras adornadas en promesas,
Quisieron
erradicar nuestra mirada
Atando
a sus máquinas celestes
El
espíritu del agua de nuestras cordilleras.
Volvieron
ansiosos con sus balanzas,
Sus
artilugios, sus pocetas químicas, su avaricia.
Volvieron
pero nunca calcularon
Que
el espíritu de nuestra fuerza no había muerto.
Volvieron,
pero ayer los vi expulsados,
Y
mientras huían, de azul se teñía el cielo.

No más tu cuerpo atravesó el umbral
La acuosidad se apoderó de todo,
Como relámpagos mis ojos se cerraron
Haciendo crujir el mediodía.
Cada vez que el tiempo
Estrena su guadaña
Recordamos lo ínfimo que resulta
Luchar contra el destino.
Es mejor enajenar los sentimientos
Mientras contemplas la espalda
De un amor que huye del lugar del crimen;
No hay testigos
Todo transcurrió mientras dormías.
No más tu cuerpo atravesó el umbral
Empecé a cuestionarme
Si fui la víctima o el victimario.
LUJURIOSO
4 Nov 2012 4:44 PM (12 years ago)
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Si mis manos
se desdoblan
En los pliegues
de tu piel
Déjalos frotar
el abismo del deseo,
Déjalos, en ellos habitan mil ojos
Que buscan
siempre la curvatura
En la piel y
en los silencios.
Si mis
labios como poros angustiados
Beben los fragmentos
sudorosos
Que de tu
cuerpo nacen,
Déjalos
abarcar la inmensidad de los latidos
Déjalos desangrarse
en el halago.
Si acecho
los bordes de tu falda
No me llames
lujurioso,
Dadle libertad
a mis caricias:
Sólo intento
amar.